Globalización, competencias y ordenamiento territorial. (28 de mayo de 2008)

Globalización, competencias y ordenamiento territorial


Juan Carlos Ramón Rueda

Publicado en Diario del Huila. 28 de mayo de 2008.

Al margen de las discusiones de la parapolítica, la FARC política, y los grandes escándalos a que nos someten los medios de comunicación en su voraz apetito por mantener los mejores registros de ranking en la audiencia nacional, se discuten y llevan a cabo procesos que son de gran importancia para el futuro de la nación y específicamente de las regiones.

En China, México, Chile, Europa, EEUU los gobiernos han creado normas especiales para potenciar el desarrollo de algunas regiones por su cercanía a centros de mercado o por sus propias características geográficas, culturales, de producción o de medio ambiente. En estos países las regiones cuentan con legislación especial, movilidad y flexibilidad adecuada para competir en el proceso de integración mundial llamado “globalización”. Sobre este tema en Colombia se discute un proyecto de Ley que formula la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT). En Neiva recientemente sesionó la comisión encargada. Ya lo hizo en Cali. Este viernes el Representante Héctor Javier Osorio Botello presidirá la misma en la ciudad de Leticia, en el Amazonas. Se discute en estas audiencias la esencia misma de la descentralización, incluidas las graves diferencias sobre autonomía y centralismo.

Los representantes del Gobierno presentan la descentralización como el modelo mediante el cual el estado acerca a las comunidades la prestación de los servicios y un poco más. Así estos pueden escoger sus gobernantes. También elegir a quienes aprueban los planes de desarrollo (Concejales y Diputados). Pero no más. Estos actores ni las fuerzas productivas pueden determinar el desarrollo. Cada presupuesto, cada programa de gobierno, cada plan de desarrollo debe ajustarse a una metodología estricta y a camisas de fuerza que son las que deciden los porcentajes. El gobierno central manda cartillas y dicta cursos a los funcionarios locales para que sepan cómo y en que pueden invertir los recursos. De esta manera la comunidad solo decide quién es su gobernador, alcalde y otras autoridades. Estos a su vez terminan engolosinados con la contratación, en el marco de otras normas que procuran a toda costa evitar la corrupción con los efectos ya conocidos. Las regalías no se pueden dedicar a proyectos especiales de desarrollo, como pasó en Castilla La Nueva, en el Meta, en donde se ejecutaba un programa especial de desarrollo en tecnología informática que fue truncado por el DNP por incumplimiento de metas.

La insuficiencia de una mejor competitividad hace evidente la necesidad de fomentar el desarrollo basado en las características y potencialidades de cada región. Las regiones ya avanzan en este sentido.

En el Huila es importante mantener unidad de criterios y ser muy participativos en las decisiones. Nada de grupismos partidistas o revanchismos politiqueros en la ejecución de los planes de desarrollo. Ojo con eso que ya no estamos en esas épocas señores gobernantes, secretarios y asesores. Convoquen que el tiempo perdido hasta los santos lo lloran.

juancramon@gmail.com