miércoles, 19 de mayo de 2010

Para los indiferentes… (20 de mayo de 2010)

Para los indiferentes…
Juan Carlos Ramón Rueda
Publicado en Diario del Huila, el 20 de mayo de 2010.

¿Cuánta fuerza y lealtad hay con nuestras propias convicciones? La nuestra es una sociedad “acomodada”. ¡De mierda! Diría un amigo. Nos gusta que los demás hagan por nosotros lo que nos corresponde hacer. Eso es falto de criterio y convicción. Por eso nos complacimos durante ocho años de que un Paisa verraco y convincente nos dijera que todo lo que había que hacer para salir adelante era apoyar su agenda y eso hicimos motivados por la convicción de sus ideas y su valor para defenderlas. Uribe fue timonel y capitán de barco. Convincente y decidido. Arriesgado y emprendedor. Pero no es tan bueno su legado. Tras ocho años de haber bombardeado media selva con apoyo de alta tecnología para exterminar guerrilleros y haber dedicado nuestros mejores recursos para la guerra nos deja con grandes problemas sin resolver. Indigencia, delincuencia y desorden social rampante por doquier. Una economía maltrecha y de baja productividad. Enemistad con los pueblos vecinos que también se traduce en cientos de miles de desempleados por la pérdida de mercados importantes para los empresarios nacionales, que sumado a la hecatombe de las Pirámides, trajo más pobreza y dejó a miles sin los ahorros de toda la vida...

Ni siquiera en la seguridad democrática es bueno el registro. Seamos sinceros. Mientras recuperamos confianza para salir de paseo el puente o en las vacaciones y disminuyeron ostensiblemente los secuestros, perdimos espacio frente a la delincuencia organizada en las ciudades. Aquí en Neiva por ejemplo nos están atracando en los paraderos, en las calles, dentro de las casas, por todos lados… Nuestros jóvenes se pierden en los vicios y la delincuencia en el ocaso de un gobierno fallido en su intento por reivindicar la promesa incumplida de igualdad social y mejores oportunidades para todos. Esa es la realidad lamentable. Así nos hagamos los sordos, mudos y ciegos.

Dicen que los niños dicen la verdad sin tapujos. Por eso me conmueve ver a tantos niños y jóvenes que sin saber de economía, de relaciones internacionales, ni de tratados políticos aprecian la posibilidad de un cambio de rumbo en nuestra nación. ¿De donde acá tanta simplicidad y apatía por aferrarnos al miedo, cuando hemos estado en los dos extremos del mismísimo infierno y todo sigue igual? A Uribe lo elegimos hace ocho años no solo para que combatiera las FARC sino también la delincuencia, la corrupción y la politiquería. ¡Eso es cierto y ahora no nos hagamos los pendejos! Todos somos responsables…

¿Dejamos todo en manos de “Juan Ma”? ¿a ver si de la mano de su “picardía” y la de Jj Rendon, el Venezolano especialista en desacreditar candidatos, campañas y proyectos con tal de ganar elecciones, nos reencontramos con nuestro propósito inicial? Observemos detenidamente nuestro alrededor y luego al interior de nuestro ser y de una buena vez reconozcamos que somos más, que somos capaces y que podemos ser mejores, siendo honestos y trabajadores. El estado va a seguir necesitando servicios. Obras de infraestructura. Trabajo va a haber y harto. Bien pago. Solo hay que hacer las cosas mejor, confiar y creer que si se puede.

http://www.juancramon.blogspot.com/

miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Mockus o Santos? (13 de mayo de 2010)

¿Mockus o Santos?


Juan Carlos Ramón Rueda
Publicado en Diario del Huila el 13 de mayo de 2010.


Tras doscientos años de vida republicana en manos de los partidos políticos tradicionales en los que los “dueños del poder” han intentado de todo ¿a alguien le queda alguna duda sobre esta decisión? Desde sus inicios Santander y Bolívar se enfrentaron por el poder. En el siglo XIX la Iglesia católica patrocinó levantamientos armados y revueltas hasta antes de 1886. Desde ahí la Iglesia se acomodó muy bien junto al partido Conservador. De su mano logró imponer una Constitución centralista y fundamentalmente clerical hasta cuando en 1930 ganaron los Liberales y se iniciaron reformas profundas. Tras el asesinato de Gaitán se iniciaron matanzas que se extendieron por toda la geografía nacional. Los “Chulavitas” que no eran otra cosa que sicarios del régimen Conservador, tenían la misión de asesinar liberales, ateos, comunistas y masones. En Boyacá, Valle del Cauca y el Tolima Grande (Huila) se extendió y generalizó la violencia partidista. Eso, lo padecieron nuestros abuelos. Así nació la guerrilla. Luego llegó el narcotráfico y luego llegaron los paramilitares. Los dirigentes políticos se inventaron el Frente Nacional para co-gobernar de manera alterna, con participación de todos en cada gobierno. Así durante 16 años seguidos criaron y amamantaron la peor de las aberraciones: La corrupción. Desde hace 8 años funciona igual, solo que se le llama “La U”, por lo de “Unidos con Uribe”. Algunos liberales se volvieron de la U, o del “Cambio Radical”. Los Conservadores son “La fuerza que decide”. Y Los Paracos llegaron al Congreso Nacional. Así han coexistido traquetos y políticos. Sentados unos al lado de los otros. “Unidos, como debe ser”.

Así llegamos a la campaña política más interesante y apasionante en toda la historia de Colombia. La política versus la anti política. ¿Quién lo hubiera imaginado? Recuerdo que tras la marcha multitudinaria a la que salieron millones de colombianos y el concierto de Juanes en la frontera, quedó en el aire la necesidad de una opción cívica de poder…

La única forma que encuentro de cambiar el rumbo de nuestro destino es a través de una reeducación social dirigida a cada colombiana y colombiano. Romper viejos paradigmas. Cambiar los conceptos preconcebidos de que no somos capaces y que estamos en manos de una "clase dirigente" que es la única que sabe que hacer. No a la explotación del miedo y el uso indebido y maquiavélico de los medios de comunicación. Creo que somos muchos los colombianos que entendemos que una sucesión de buenos gobiernos, sin tranzar con la clase política corrupta, es la única opción para poner el estado, la institucionalidad y la política en la dirección correcta: Construir permanentemente una mejor sociedad, un mejor individuo, mejores familias, mejores poblaciones, una mejor economía, con igualdad de oportunidades para todos.

Este cambio en el rumbo no ha llegado de los partidos políticos tradicionales. Yo creo firmemente en los conceptos e ideas liberales. El momento que vivimos es el de hacer frente a nuestros problemas con racionalidad e inteligencia.

Unámonos, pero… ¡como debe ser!

http://www.juancramon.blogspot.com/