¿Mockus o Santos?
Juan Carlos Ramón Rueda
Publicado en Diario del Huila el 13 de mayo de 2010.
Tras doscientos años de vida republicana en manos de los partidos políticos tradicionales en los que los “dueños del poder” han intentado de todo ¿a alguien le queda alguna duda sobre esta decisión? Desde sus inicios Santander y Bolívar se enfrentaron por el poder. En el siglo XIX la Iglesia católica patrocinó levantamientos armados y revueltas hasta antes de 1886. Desde ahí la Iglesia se acomodó muy bien junto al partido Conservador. De su mano logró imponer una Constitución centralista y fundamentalmente clerical hasta cuando en 1930 ganaron los Liberales y se iniciaron reformas profundas. Tras el asesinato de Gaitán se iniciaron matanzas que se extendieron por toda la geografía nacional. Los “Chulavitas” que no eran otra cosa que sicarios del régimen Conservador, tenían la misión de asesinar liberales, ateos, comunistas y masones. En Boyacá, Valle del Cauca y el Tolima Grande (Huila) se extendió y generalizó la violencia partidista. Eso, lo padecieron nuestros abuelos. Así nació la guerrilla. Luego llegó el narcotráfico y luego llegaron los paramilitares. Los dirigentes políticos se inventaron el Frente Nacional para co-gobernar de manera alterna, con participación de todos en cada gobierno. Así durante 16 años seguidos criaron y amamantaron la peor de las aberraciones: La corrupción. Desde hace 8 años funciona igual, solo que se le llama “La U”, por lo de “Unidos con Uribe”. Algunos liberales se volvieron de la U, o del “Cambio Radical”. Los Conservadores son “La fuerza que decide”. Y Los Paracos llegaron al Congreso Nacional. Así han coexistido traquetos y políticos. Sentados unos al lado de los otros. “Unidos, como debe ser”.
Así llegamos a la campaña política más interesante y apasionante en toda la historia de Colombia. La política versus la anti política. ¿Quién lo hubiera imaginado? Recuerdo que tras la marcha multitudinaria a la que salieron millones de colombianos y el concierto de Juanes en la frontera, quedó en el aire la necesidad de una opción cívica de poder…
La única forma que encuentro de cambiar el rumbo de nuestro destino es a través de una reeducación social dirigida a cada colombiana y colombiano. Romper viejos paradigmas. Cambiar los conceptos preconcebidos de que no somos capaces y que estamos en manos de una "clase dirigente" que es la única que sabe que hacer. No a la explotación del miedo y el uso indebido y maquiavélico de los medios de comunicación. Creo que somos muchos los colombianos que entendemos que una sucesión de buenos gobiernos, sin tranzar con la clase política corrupta, es la única opción para poner el estado, la institucionalidad y la política en la dirección correcta: Construir permanentemente una mejor sociedad, un mejor individuo, mejores familias, mejores poblaciones, una mejor economía, con igualdad de oportunidades para todos.
Este cambio en el rumbo no ha llegado de los partidos políticos tradicionales. Yo creo firmemente en los conceptos e ideas liberales. El momento que vivimos es el de hacer frente a nuestros problemas con racionalidad e inteligencia.
Unámonos, pero… ¡como debe ser!
http://www.juancramon.blogspot.com/
miércoles, 12 de mayo de 2010
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