miércoles, 12 de octubre de 2011

COLUMNAS DE OPINIÓN EN EL DIARIO DEL HUILA.

Las siguientes son algunas de mis opiniones publicadas los jueves, desde enero de 2007, en el Diario del Huila.


¡Qué vaina tan verraca!

¡Qué vaina tan verraca!

Juan Carlos Ramón Rueda
Publicado en www.diariodelhuila.com el 13 de octubre de 2011
Los habitantes de Neiva llevamos varios días sin agua. Parece, según información emitida por los periodistas locales, que hasta el jueves (fecha de la publicación de este artículo) se vuelve a normalizar el suministro del preciado liquido. Es inadmisible que Neiva tras unas leves lluvias nuevamente se quede sin servicio de agua. ¡Qué vaina tan verraca que nuestra ciudad tenga tantas dolencias y no se resuelvan definitivamente! A propósito, permítanme referirme a algunas que sacan de quicio a los neivanos.
En las noches de Neiva hay sitios en los que no se puede transitar, no solo por los ladrones y la inseguridad, sino por las barreras, trincheras y obstáculos que ponen las mismas autoridades destinadas a cuidar el sueño y asegurar la tranquilidad de los ciudadanos: La Policía, el DAS y el Ejercito se resguardan en sus cuarteles prohibiendo el tránsito automotor y trastornando la movilidad en la ciudad, generando incomodidad, desespero y caos. Por ejemplo, después de las 8 pm el desvío al que nos obliga la Policía Nacional hacia el barrio Tenerife por un sendero que debería por sus condiciones ser de tipo peatonal y que ha dañado la calidad de vida de los habitantes de este sector tradicionalmente residencial, es francamente insoportable. Situación que se agrava si el día es un sábado, domingo o festivo. Cuando gran parte de la población asiste a los grandes almacenes de cadena ubicados en el norte de la ciudad. El desespero es total.
En el barrio Quirinal, en el sector de las casas de los oficiales de la Policía el exceso de autoridad se repite. Hay varias cuadras que se cierran para prohibir el paso de los vehículos por el sector. Si usted está en busca de una dirección y cae en una de estas trampas puede terminar siendo objeto de una requisa desmedida y atropellado en su dignidad por cuenta de la desproporcionada protección para los privilegiados familiares de los oficiales que habitan en el sector.
En varios sectores, cierran las vías. En el Palacio de Justicia, La Gobernación y la Alcaldía ocurre lo mismo. Ahora instalan vallas para restringir el acceso peatonal a los andenes destinados para el tránsito de los ciudadanos. La situación a mi me parece desproporcionada. La considero más un asunto de abuso de autoridad que otra cosa. Si está tan grave la situación de orden público, pues salgan a  patrullar y con eso cuidan no solo sus pertrechos y a sus familiares, sino al resto de la comunidad, como debería ser. Así, de paso, cumplen cabalmente con la función institucional para la cual existen como instituciones públicas.
Para rematar, unos magos del ejército nacional han puesto un reten en la cúspide de la avenida Buganvilles frente a los tanque de agua de las Empresas Publicas de Neiva. Ahí, en plenas horas pico, sobre todo al medio día con el calor por encima de los 30 grados centígrados, se dan el lujo de armar un trancón monumental para requisar una que otra moto mientras afanados cientos de ciudadanos en sus vehículos tratan de llegar a la casa a almorzar y reunirse con su familias un rato antes de regresar al trabajo… Otro abuso y prueba de la falta de sentido común e inteligencia vial que promueve el mismo estado… ¡Así si es muy verraco!
juancramon@gmail.com

sábado, 8 de octubre de 2011

Dolcey Andrade, ¡Un líder de verdad!

Dolcey Andrade, ¡Un líder de verdad!




Juan Carlos Ramón Rueda



Esta opinión es un homenaje a un líder de verdad. Se trata de Dolcey Andrade Castillo a quien considero como a un ángel que ha decidido dedicar su vida a servir a la gente. Desde su programa de televisión “Viva la Gente” que lleva por nombre el mismo de la ONG a través de la cual hace su trabajo social, Dolcey atiende a seres humanos en condiciones inimaginables de pobreza, desgracia y degradación, que ocurren aquí mismo en nuestros empobrecidos barrios. Algunos, postrados ante la inminencia de la muerte por enfermedades terminales y casi todos consumidos por la miseria más absoluta.



Ancianos abandonados por sus hijos. Olvidados y despreciados, quizá tras haber cometido muchos errores, Dolcey los descubre, entrevista y muestra con su cámara de video. Olvidados por sus familiares y dejados en total abandono. Destinados a morir de hambre e indiferencia. Postrados en la absoluta miseria. Viviendo como animalitos comiendo lo que los vecinos les dan por caridad y quizá por vergüenza.



Trágicas historias de jóvenes drogadictos y jovencitas prostituidas y consumidas por el vicio. Pandilleros que no tiene idea que el mundo puede ofrecerles algo más que la violencia y el maltrato al que han estado sometidos por sus propios padres. Cientos de casos que han pasado por su cámara durante estos últimos años y que denotan la tragedia que se vive en las comunas pobres de nuestra ciudad y que crece en cada momento por la falta de oportunidades, la mala calidad de la educación, la degradación social y económica de miles de familias y la falta de acción del estado para corregir esta situación. No todas las historias son trágicas. También hay historias llenas de esperanza y optimismo, que resaltan algunos escasos casos de superación, voluntad y fuerza interior.



En todos los casos, Dolcey Andrade ha puesto su grano de arena. Visita a los funcionarios y secretarios a pedirles apoyo. A comerciantes. A la Policía, a los curas y todas aquellas personas que de buena voluntad quieran ayudar. Así levanta mercados, droga, colchones, tablas, tejas de zinc, en fin, lo que sea para prodigar techo, alimento, ó una pequeña atención…



Me he engranujado y en más de una oportunidad he llorado viendo las historias y el esfuerzo de Dolcey. He sido cercano a su actividad y pretendo permanecer así, apoyándolo. Creo que Neiva necesita más ángeles como Dolcey Andrade. Debemos atender tanta necesidad. Es vergonzosa la situación de cientos de neivanos olvidados y dejados a su suerte. La nuestra es una sociedad que no ofrece proyectos de vida a miles de jóvenes y a muchos ancianos no los protege de manera adecuada. Hay una gran brecha entre un porcentaje de la población que vivimos relativamente bien y muchos que no tienen nada. Disminuir la inequidad social es el mayor reto, no del próximo alcalde, sino de nuestra sociedad en su conjunto. Por eso me pregunto ahora que Dolcey aspira nuevamente al Concejo de Neiva, ¿quien más que él, con todo su valor y esfuerzo, merece la oportunidad de tener un asiento en esa corporación? Quizá no tiene los pergaminos y postgrados de otros candidatos, pero en trabajo comunitario y social, Dolcey Andrade, con el respeto de todos, ES UN LIDER DE VERDAD.

www.juancramon@gmail.com