miércoles, 26 de enero de 2011

Como Poncio Pilatos…

Como Poncio Pilatos…


Juan Carlos Ramón Rueda
Publicado en www.diariodelhuila.com el 27 de enero de 2011
Frente a las imágenes de la tremenda gresca de patadas, puños, pedradas y madrazo limpio protagonizada entre la policía nacional y los vendedores ambulantes en el microcentro de Ibagué, EDWARD AMAYA, Secretario de Gobierno de la capital tolimense, se comporto como Poncio Pilatos cuando adujo ayer en el noticiero del medio día de Caracol que le había dado instrucciones claras y precisas a la policía de retirar del espacio público a los vendedores ambulantes, pero que por ningún motivo autorizaba el enfrentamiento con los revoltosos. ¿Se le ocurre a este secretario que sea posible desalojar a quienes durante décadas han ocupado el espacio público mediante consejos, recomendaciones o quizá, a punta de almohadazos? Me pareció ridícula la falta de seriedad del funcionario frente a una situación tan seria. Los policías no se enfrentan a los vendedores ambulantes porque anden por ahí sin nada que hacer. Están cumpliendo un mandato legal que seguramente le ha exigido la misma autoridad municipal. Y las declaraciones del secretario debieron desconcertar a la fuerza pública, llamada constitucionalmente a ejercer la autoridad en situaciones que como esta ameritan un regular uso de la fuerza.

No con ello estoy diciendo que se deba golpear o maltratar a los vendedores. Por el contrario, creo que de las decisiones de los mismos entes territoriales proviene el elevado número de ciudadanos vendiendo cualquier cosa en la calle para sobrevivir. Pero no estoy de acuerdo en dejar a la fuerza pública mal parada frente a la situación que se presentó. Es una equivocación.

La indigencia, los niños en la calle trabajando, los vendedores ambulantes y demás dramas que se desarrollan en las calles de nuestras ciudades son el reflejo de una grave enfermedad que padece nuestra sociedad. Son una manifestación más de la pobreza, la falta de oportunidades, el desempleo y el desplazamiento forzado. Por ello, en lugar de mandar a los policías a pelear y después sacarles el “juste”, hay que tener políticas claras frente a la necesidad de empleo que padece la población. En estos días de pre campaña electoral, los candidatos se apresuran a mencionar la inseguridad como el mayor problema que padecemos, cuando de lejos el mayor y más preocupante problema es el desempleo. De ahí se originan los otros males como el del desplazado que ante la falta de alimento para sus hijos y su mujer se decide a realizar el atraco o el robo callejero.

La única manera de mejorar las condiciones de vida de nuestros conciudadanos es ofreciéndoles trabajo digno que represente salud y educación para los hijos. Escuelas bien dotadas y maestros que enseñen a pensar, no simplemente a sobrevivir en el caos en que se está volviendo nuestra sociedad ante la ceguera de todos.

Los medios de comunicación, los líderes de opinión y sobre todo, los funcionarios públicos, estamos llamados a ser objetivos y claros frente a la necesidad de construir una sociedad más justa, igualitaria y llena de oportunidades para todos.

juancramon@gmail.com

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