viernes, 30 de abril de 2010

“Pepe” ¡Estrella de la televisión! (15 de julio de 2009)

“Pepe” ¡Estrella de la televisión!


Juan Carlos Ramón Rueda.

Publicado en el Diario del Huila el 15 de julio de 2009.

Si “Hipo” el hijo de “Pepe” y “Matilda”, los hipopótamos más buscados del mundo, fuese humano, tuviese la mayoría de edad, y se inscribiera en las próximas elecciones para el Congreso, sería elegido Senador de la República del Sagrado Corazón de Jesús con una de las votaciones más altas jamás registradas, como consecuencia de la solidaridad que le reconoce la opinión y los medios masivos de comunicación. Todos han convertido a la familia hipopótamo en una bandera nacional. Una representación del atropello estatal y la falta de oportunidades. Cada colombiano en desgracia se identifica plenamente con “Pepe” y su señora esposa, con quien se fugo y tuvo al pequeño “Hipo” en tremendo amancebamiento, a escondidas de todos, excepto la mirada complaciente y ocasional de algunos campesinos, en recóndito y bello paraje a orillas del caño San Juan, en pleno corazón del magdalena medio antioqueño.

Es un asunto de idiosincrasia. “Pepe” se convirtió en un icono en la agenda de la opinión pública colombiana en cuestión de días. Ahora no importa que en el mantenimiento de su viuda y su vástago se inviertan millones de pesos que podrían ser destinados para dar estudio, salud y comida a un centenar de niños de esos que deambulan en las calles colombianas mendigando una migaja de pan. No. La opinión los salvó de ser asesinados por los soldados del ejército colombiano y por un puñado de burócratas antioqueños que además de ser estúpidos, resultaron más bestias que el mismo “Pepe”. Al jefe del gobierno colombiano, si no le gustara tanto atornillar a sus subalternos en trance de ser despedidos, seguramente no le faltaría ganas de acceder a la pretensión de muchos: Que se destituya al mismo Ministro del Medio Ambiente por la tremenda equivocación.

Detrás de la solidaridad que ha despertado “Pepe” está la angustiosa situación social y económica nacional. No se trata solo de repudiar los hechos acontecidos hasta ahora, ni de salvar a los animalitos que le sucedieron. Se trata de que a través de ello, ocultemos por un rato, que como esta familia, está la mitad del pueblo colombiano. Los millones de desplazados, indigentes y desempleados que hoy recurren a cualquier mecanismo para subsistir, deben sentir que algo les corre pierna arriba cuando los burócratas paisas decidieron acabar con la vida de “Pepe” para arreglar un problema de convivencia. No de él con su señora esposa. Sino de él con un estado y una organización ambiental que decidió quitarse el dolor de cabeza mandando a matar, literalmente, el problema.

Lamentable medida. Malo el mensaje para la sociedad que los funcionarios que toman las mejores decisiones lo hagan de semejante manera. Sin embargo, me parece que tras el despliegue mediático y la solidaridad lograda, podría ganarse un poco si se utiliza la imagen de esta familia de hipopótamos criollos, para concebir un proyecto de dibujos animados, que permita educar a los niños en muchos valores que hoy la televisión no muestra. Como una familia de desplazados. Para crear conciencia y sensibilizar. Así, por lo menos, la muerte de “Pepe”, por lo menos, no habrá sido en vano.

juancramon@gmail.com

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